Sabías que con una conducción eficiente puedes ahorrar hasta un 15% el consumo de combustible y reducir en esa misma proporción la emisión de dióxido de carbono (CO2) ante niveles de polución que crecen día tras día, así como de otras sustancias perjudiciales para el medio ambiente y la salud.

Los 4 beneficios:

1.     Más confort y menos tensión durante la conducción

Si acostumbras a frenar de forma rápida o acelerar repentinamente, es el momento de cambiar el chip. Es necesario realizar el cambio de marchas de la forma correcta, disminuyendo los ruidos del motor.

2.     Ahorro en combustible y en reparaciones mecánicas

El modo de conducir afecta al consumo de gasolina o diésel de un vehículo. Por este motivo, elimina los comportamientos súbitos y cámbialos por un arranque cuidadoso del carro o un uso del acelerador más pausado.

3.     Reducción de emisiones contaminantes en favor de un aire más limpio

Al conducir de un modo más responsable y eficiente, consumirás menos combustible y se reducirán las emisiones de dióxido de carbono y otros gases nocivos que pueden afectar a la salud y ocasionar problemas oculares, dificultades respiratorias, dolores de cabeza y enfermedades cardiovasculares.

4.     Aumento de la seguridad en carretera

Entre las técnicas para una conducción eficiente se destaca el mantenimiento de la distancia de seguridad, para responder con tiempo ante situaciones de peligro; la apuesta por una velocidad constante y una conducción inteligente, en la que el conductor anticipe y prevenga lo que puede suceder en la carretera.